viernes, 30 de enero de 2015

19 enero de 2015: El envío

Una vez que tenía “embalada” la moto ya solo era cuestión de llevarla al aeropuerto. Lo que pasa es que lo que a priori era algo sencillo fue un poco más complicado. Si ya de por sí tengo que agradecerle a mi primo y a su hijo que me ayudasen (realmente lo hicieron todo ellos) a “encajar” la moto, sin su ayuda y sus medios me hubiese sido imposible llevar la moto al aeropuerto. Inicialmente yo tenia pensado montar la caja de la moto en un remolque que tengo, donde habitualmente llevo una moto de enduro. El problema es que la caja de marras finalmente era más grande y más pesada de lo esperado con lo que la idea de llevarla en mi remolque se desbarató. Gracias a que mi primo tiene un camión con rampa de esas hidráulicas que pueden con todo, después de echarle un rato al asunto conseguimos cargar la caja en el camión. A pesar de tener los medios no fue fácil, no quiero imaginarme si hubiese estado yo solo, me hubiese sido por completo imposible.

Moto embalada

Llevamos pues la moto al aeropuerto, realmente a la termina de carga del aeropuerto de Barajas. Tenía que dejar la moto en una de las naves del polígono y ellos luego a se encargaban del resto. Dimos con la nave, descargamos la moto (tengo que decir que los tipos de la nave no hicieron ni el huevo, mirar, miraban de cojones pero lo que es descargar…) y una vez descargada me llevé uno de mis primeros sofocones. Pusieron la moto en una báscula y la motito con la cajita pesaba 402 kilos. Cuando me cotizaron el precio de la moto me lo cotizaron por un peso de 300 kilos máximo así que esos 402 kilos significaban que iba a tener que soltar más dinerito para poder mandar la moto. Después de pesar la moto, los del almacén me dieron un papel y con ese papel me fui a la oficina de la empresa de transporte. Tengo que decir que Ignacio, el chico que me ha llevado todas las gestiones del transporte no puede ser más operativo, más resolutivo y eficiente. Evidentemente me han metido un buen estacazo por llevarme la moto pero tengo que decir que no tengo queja de él y en mi opinión ha hecho todo lo posible. El caso es que una vez en la oficina llevé los papeles de la moto, mi pasaporte, firmé unos cuantos papeles como son la declaración de mercancías peligrosas y unas cuantas cosas más y al final de todos los papeleos me vino la grata sorpresa del precio final. Al final la broma de mandar la moto a Buenos Aires por avión y “un solo trayecto” me salió por 2.000€ clavados (a esto hay que sumarle los 249€ de la caja) Lo que ya dije de que la caja al final era más grande de lo que encargué y que pesaba 17 toneladas más de lo esperado hizo que el precio se fuese de los 1.650€ presupuestados a los 2.000€. He de reconocer que me picaron pero no dejo de repetirme un día tras otro: - es una vez en la vida.

De la oficina salí con una serie de documentación vital que no podía perder ni a tiros. La escaneé por si acaso y me la he mandado por correo electrónico por si acaso la pierdo poder tener acceso a ella.

Esto en lo que concierne al envío de la moto.


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