Me levanté tarde pues la noche anterior me tomé una dormidina para no levantarme a las 5 de la mañana y estar dando vueltas y vueltas. La dormidina la verdad es que fue como un puñetazo de Tyson y me quedé frito hasta las 10:00. Después de desayunar me puse a lidiar con el tema del equipaje. Estoy en shock de la cantidad de cosas que me he traído y no logro entender cómo me he podido traer tantas cosas si una de mis máximas cuando lo estaba haciendo era traer la mitad de la mitad. Es un enigma cómo puede ser que tenga las dos bolsas que van en la maletas llenas a reventar y encima la bolsa que llevo en la parte de atrás también llena. Si no me he traído nada!!!! Lo peor del tema del equipaje estoy imaginando que no es llevarlo en la moto, una vez montado el tinglado ya ni te enteras sino que es el tenerlo que estar moviendo de un sitio para otro todos los días que llegue a un lugar o a otro, no lo quiero ni imaginar. Lo he revisado todo hoy y en teoría no me podría deshacer de nada. Evidentemente no voy a utilizarlo todo, todos los días pero muchas cosas que llevo son por si en algún momento las tuviese que utilizar. Quizás tendría que haber hecho una criba con todos esos "por sí", haberlo dejado en Madrid y si hubiese surgido ese "por sí" haberlo comprado aquí. Imagino también que a medida que vaya transcurriendo el viaje iré viendo qué cosas son fundamentales, cuales no, cuales utilizo todos los días y cuales no he tocado en meses. Conociéndome, no seré capaz de deshacerme de nada y tal cual me lo he traído me lo llevaré a Madrid aunque viendo los tres bolsones que tengo ahora mismo aquí delante me dan ganas de tirarlo todo y empezar de cero.
Ya había estado antes en Buenos Aires, sólo iba a estar un día por aquí así que en vez de reverdecer viejos laureles turísticos visitando los lugares más representativos de Buenos Aires preferí aceptar la invitación de mi amigo Paulo para pasar el día con él y su familia a una casita que tiene a las afueras de Buenos Aires (si es que se puede decir que Buenos Aires tienen afueras) He llegado en pleno mes de enero y aquí para ellos es como nuestro agosto, está todo el mundo de vacaciones. Una vez "solucionado" el tema del equipaje, me puse en marcha y salí hacia casa de Paulo. Me dio unas instrucciones, me hizo un planito y para allá que me fui. Estaba un poco inquieto pensando cómo iba a ser circular por Buenos Aires y si la cosa iba a ser muy distinta, etc. La verdad es que al final fue bastante sencillo, circular por aquí es como circular por Madrid y final no fue para tanto.
Llegué a eso de la hora de comer a casa de Paulo y allí estaba toda la familia. Su mujer (a la que conocí en una de sus visitas a España) sus dos hijas, la hermana de la mujer y su marido (a ella la conocí en una visita que hice hace años a Buenos Aires con unos amigos y fue la perfecta anfitriona, (nos sacó de paseo, nos llevó a sitios chulos de Buenos Aires...) la suegra, el perro... La verdad es que estuvo entretenido. Estuvimos rajando horas y horas, me agasajaron con múltiples manjares, me intentaron introducir en el consumo del mate de coca (no soy muy de infusiones y he de reconocer que no le encuentro la gracia) y al final tuvimos hasta tarta de cumpleaños pues lo era Gabriela su mujer.
Algo más tarde llegó el padre y un tío de su mujer y fue curioso porque el tío me contó que hizo un viaje similar aunque se quedó en Mexico hacía más de 40 años. Me estuvo contando varias peripecias, él lo había hecho en coche con tres amigos más y la verdad es que el relato estuvo muy curioso. Algo que me sorprendió es que me narró la ruta y mi intención es pasar por muchos de los lugares que ya pasó él en su día, será que todos pasamos por los mismos sitios.
Pasó el día, y antes de que empezase a anochecer me volví a Buenos Aires. Muchos pensarán que ir hasta Buenos Aires y no ver esto o lo otro... pero creo de veras que lo pasé muchísimo mejor estando "en familia" de lo que lo hubiese hecho viéndome todos los hitos de la ciudad.
Muchas gracias por todo Paulo
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