Después
del día de ayer en el que acabé frustradísimo con el tema de los badenes, hoy
necesitaba hacer kilómetros. Por un lado porque tengo que cruzar México sí o sí
y porque además, México es enorme (aunque viéndolo en el mapa no lo parezca) y
hay que hacer muchos kilómetros para ir de un sitio a otro.
Sigo en mis trece
de salir de México lo antes posible, hoy a pesar de que he hecho casi todos los
kilómetros por autopista (jamás he pagado una autopista con más placer del que
lo he hecho hoy) tampoco es que las autopistas mexicanas sean la pera. Cierto
es que por lo menos no había badenes pero, al menos por las que he ido hoy,
están bastante deterioradas, tienen muchos baches, están llenas de obras y
tendrías que ver las “transiciones” que hay entre las autopistas y las
carreteras que no lo son, te encuentras con tramos de tierra para pasar de unas
a otras, alucinante!!! Además parte de las autopistas, que aquí llaman
“carreteras de cuota”, no son más que carreteras de dos carriles que
simplemente no pasan por medio de ninguna población, lo cual ayuda bastante.
Hoy
he puesto el cruise control mental, me he puesto los cascos y escuchando música
me he limitado a hacer kilómetros. Mañana es cuando tengo que tomar la decisión
final de por dónde voy a ir. A pesar de que he estado mirando en internet, no
he visto ningún indicio de que los badenes vayan a desaparecer, así que sigo en
mis trece.
Ha
sido hoy un día muy plano. Además he acabado en la ciudad más bonita de todo
México, Córdoba. Ejemplo de arquitectura y de ciudad gris.
La preciosa Córdoba |
Cuando he llegado al hostal, he
visto que en el local de al lado había un jolgorio de la leche. He asomado la
gaita y me he encontrado con la sorpresa de que estaban poniendo el
Barça-Madrid en la tele. Cuando salí de Madrid hice la promesa de no leer un
periódico y de tratar de estar lo más desconectado que pudiese de todo aquello
que sucediese en España. Fue una decisión por salud mental, pues cada vez que
leo o escucho las barrabasadas que hacen nuestros queridos políticos y la
impunidad con la que salen indemnes de sus fechorías, me entra más mala leche
que cuando me intenta timar un lugareño hondureño. Estar desconectado del todo
es imposible, me he enterado de alguna cosa, como por ejemplo del terremoto que
hubo en España, porque cuando abro el wasap, en alguno de los poquísimos grupos en los que
estoy metido, alguien comenta la jugada. En cuanto al fútbol, mi amigo Marcos
es el que me suele tener informado, pero últimamente me tiene abandonado, y, aunque
me sonaba que el Barça y el Madrid iban a jugar un día de estos, no sabía si
era hoy, a qué hora… nada. El caso es que a pesar de mi promesa, me han podido
los colores, me he metido en el bar, me he pedido una cerveza y me he metido de
pleno en el partido. No son conscientes los futbolistas de la repercusión que
tienen en el mundo y hoy he entendido cuando nuestro amigo Florentino se gasta
una pasta en contratar a un matao o a otro, con tal de vender camisetas. El bar
estaba a rebosar, y la “afición” estaba dividida. La mitad iba con el Barça y
la otra mitad con el Madrid. Por supuesto todos pertrechados con sus camisetas,
unas más oficiales que otras, pero había
más ambiente que en un bar en plena Castellana. Todas las acciones se vitoreaban,
de un bando o de otro. He llegado cuando el Madrid iba palmando 1-0 y cuando ha
metido el gol del empate, a pesar de que he metido un bote que he acabado
subido en la lámpara, creo que he sido el madridista con la celebración más
moderada de todo el bar. Es alucinante la mega afición que tienen aquí. Eso sí,
al menos es una afición buena, estaban todos mezclados unos con otros, veías
grupos de amigos unos con la camiseta del Barça y otros con las del Madrid y
aquí paz y después gloria. Es curioso el efecto que hace el estar lejos de tu
casa, hoy creo que me he sentido más madridista que el propio Bernabéu. Lástima que han
palmado y me he quedado con cara de toli. Aún así... Hala Madrid!!!
Bueno Alvaro, supongo que la Córdoba a la que has llegado es la de Veracruz y ya veo que aún no tienes ruta decidida. Por si admites tentaciones desde ahí hasta Morelia tienes unos 600 km. Morelía está algo más al norte y al oeste de México D .F., tiene en cifras redondas unos 700.000 habitantes, su casco histórico es Patrimonio de la Humanidad y está hermanada con Valladolid (España), ya que durante varios siglos tuvo ese mismo nombre.
ResponderEliminarEn vez de en Morelia, decidí acabar en Guanajuato y la verdad es que no me he arrepentido, me ha encantado. Gracias por las propuestas.
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