martes, 10 de marzo de 2015

7 de marzo de 2015 – Ciudad de Panamá – Ciudad de Panamá – 78km – 24h

Después de varios días de asueto hoy tocaba moverse un poco y hacer unas cuantas visitas turísticas. La verdad es que no hay color a visitar un lugar como turista a que te saque de paseo un lugareño. Y hoy, me ha sacado de paseo mi amigo Jesús. Aunque todos los españoles que he conocido por aquí dicen que Panamá no tiene mucho que ver, yo lo que he visto, me ha encantado.

Tengo un amigo que se me ha quejado porque dice que cuento un montón de anécdotas sobre las “gestiones· que hago en este viaje pero que no cuento nada de los sitios en los que estoy. Así que para contentarle un poco y que no me de más gritos voy a contar un par de cosillas sobre Panamá.

El que viene a Panamá tiene sí o sí que visitar el Canal. Y mi amigo, como buen anfitrión, para allá que me llevó. El Canal tiene su historia. Haciendo un súper resumen, parece ser que los franceses fueron los primeros en intentar construirlo pero entre que su tecnología era mala y que se los comieron los mosquitos, tuvieron que abandonar. Luego llegaron los americanos y con sus tretas habituales y con unos medios de escándalo lo acabaron construyendo. El Canal y una franja que lo rodeaba, era territorio norteamericano a pesar de encontrarse dentro de Panamá y eran ellos los encargados de explotarlo. Los panameños ni lo olían. Parece ser que en la época de Carter se firmó un acuerdo por el que en una fecha determinada, se cedería por parte de los norteamericanos la soberanía y la explotación a los panameños. Y fue a finales de 1999 cuando los panameños “lo recuperaron”. Dicen que Panamá vive prácticamente del Canal. Los panameños dirán que no pero sin el Canal… Así pues, después de esta mini introducción es evidente que venir hasta aquí y no ir a verlo, era un pecado. El Canal es una obrita de nada en la que por medio de un lago, mitad artificial, mitad natural, y unas cuantas esclusas, se comunica el Atlántico con el Pacífico. Picaron piedra como locos y para salvar la diferencia de altura entre el Atlántico y el Pacífico (yo nunca entenderé cómo no están al mismo nivel) construyeron unas esclusas que suben y bajan los barcos.  Y lo que se visita cuando uno “va a visitar” el Canal son esas esclusas. Mi amigo me llevó a visitar las de Miraflores. Están pegadas a la ciudad y están por el lado del Pacífico. Allí se visitan la esclusas de marras, si tienes suerte ves pasar un barco en un sentido o en el otro, además tienen un museo en el que cuentan cómo lo construyeron, y como colofón, te obsequian con un video explicativo en el que cuentan  como, gracias a los panameños, se construyó el Canal y además se descubrió la luna, la penicilina y si no llega a ser por ellos, Colón no habría encontrado América ni de coña.  A mi la visita me encantó, además mi amigo estuvo trabajando en la ampliación que se está haciendo del Canal y me dio una clase magistral de cómo funciona, en qué consiste y de cómo va a ser el Canal en el futuro.

Esclusa de Miraflores
Después de visitar el Canal me llevó a visitar un lugar llamado Gamboa que está en el interior, entre la costa pacífica y la atlántica. Es un pueblo en medio de la jungla y mientras me lo enseñaba me vino a la cabeza el valor (aunque yo lo llamaría de otra forma) que tuvieron los españoles cuando se vinieron por aquí a ver qué se cocía. Fue un tal Núñez de Balboa el que descubrió el Pacífico (a pesar de que el video explicativo decía que si no llega a ser por los aborígenes panameños, Balboa no hubiese pasado de la playa en la que desembarcó) Y como decía antes, viendo el pedazo de jungla que tuvieron que atravesar, los mosquitos tamaño 747 que se tuvieron que encontrar, la vegetación, tarántulas asesinas… no me quiero imaginar las penurias que debieron de pasar. Vamos, que los de “300” eran unos teletubies al lado de estos tíos.

Gamboa
Por la noche me llevaron a visitar el viejo Panamá y también me encantó. Según me contaron era una zona que estaba completamente abandonada. Parece ser que poco a poco han ido rehabilitando edificios, han puesto restaurantes, galerías de arte y un par de chorradas más… hasta la casa del presidente está ahora por allí (desconozco si antes también estaba) y la verdad es que lo han dejado muy chulo. Lástima que han construido una especie de circunvalación justo en frente que desluce bastante. Además, la vista del skyline de la Ciudad de Panamá desde el viejo Panamá es espectacular.  

Skyline de Ciudad de Panamá
Espero haber contado hoy unas cuantas cosas de Panamá y que mi amigo no me vuelva a dar gritos.

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