Salí esta mañana relativamente temprano
del Cabo San Lucas y mi intención era llegar a Loreto. Gran parte de la excursión de hoy ha
sido tranquilita, no me han pasado grandes cosas y es curioso como, a lo largo
del día iba pensado que apenas me quedaba viaje y que de alguna manera, tenía la sensación de que ya se ha acabado. México, y por supuesto Estados Unidos, no
son lo que a uno primero se le viene a la cabeza, cuando piensa en
Iberoamérica.
Además el paisaje de hoy no dio para mucho, pensaba que iba a ser más bonito, que iba a discurrir por la costa y al final fue todo por el interior y , salvo el final, con un paisaje un poco monótono. Me tuve que entretener en mirar chorradas para mantenerme entretenido.
Además el paisaje de hoy no dio para mucho, pensaba que iba a ser más bonito, que iba a discurrir por la costa y al final fue todo por el interior y , salvo el final, con un paisaje un poco monótono. Me tuve que entretener en mirar chorradas para mantenerme entretenido.
Con esta no dudo!! |
No
sé si fue que me castigó Dios por quejarme o que me echó un mal de ojo el tipo
de los cocos, pero cuando fui a coger la moto de nuevo, arranqué, no anduve 100
metros cuando se me salió la cadena. Menos mal que iba despacio y cuesta arriba, pero al salirse la cadena, se metió entre el basculante y la
corona trasera y se frenó en seco. De repente me vi parado en medio de la
carretera, prácticamente en el otro carril pues cuando se frenó la moto de
alguna manera me llevó para allá. Estaba en una cuesta que era prolongación de un
cambio de rasante para los coches que venían de frente. Los que venían por
detrás de mí me verían, pero los que viniesen de frente, se iban a encontrar
conmigo de sopetón. Intenté mover la moto pero no había manera, estaba clavada
y ni para atrás ni para adelante. Estaba en un sitio muy malo y viendo cómo
estaba el tema, me bajé corriendo de la moto, desenganché el bidón que llevo de
gasolina, y me fui hacia el cambio de rasante para señalizar que estaba allí. Fue
acercarme hacia el cambio de rasante cuando apareció un camión. Porque estaba
bajado de la moto y le avisé, si llego a estar encima de la moto, creo que me
hubiese llevado un buen susto. El camión frenó, esquivó la moto y luego paró a
un lado de la carretera para echarme una mano. Yo dejé el bidón a unos metros
de la moto y me volví corriendo hacia ella para quitarla de en medio. Es
alucinante lo que la adrenalina puede conseguir que hagas, que en otro momento serías
incapaz. La moto estaba clavada, la cadena enganchada y no se movía ni a tiros.
Pues no sé muy bien cómo, conseguí levantar la rueda trasera unas cuantas
veces, tirar de la delantera otras cuantas y finalmente quité la moto de en
medio como pude. He intentado mover la moto después con todo el equipaje y no
ha habido manera. El conductor del camión vino a echarme una mano, logré
desenganchar la cadena, la coloqué en su sitio, por fin la moto rodaba y pude
ponerla a un lado de la carretera dónde no molestaba para nada. Una vez allí,
el camionero me preguntó sí necesitaba algo. Eché un vistacito, y la cadena,
del enganchón se había dado de si un montón, y para poder seguir circulando
tenía que tensarla sí o sí. El problema es que aunque tengo las llaves para
hacerlo, la llave que me he traído para la tuerca del buje trasero es una
castaña y lo único que hace es redondear la tuerca, y lo que necesitaba era una
llave de tubo que la enganchase por completo. Casualmente el camionero fue a
buscar su caja de herramientas y encontró una que era perfecta. Logré tensar la
cadena, pero como los males nunca vienen solos, el tornillo derecho del tensor de la cadena estaba muy duro y en el límite de partirse si seguía intentando sacarlo para poder
seguir tensando. Hice como pude, pero pensé que lo mejor sería
buscar un mecánico en Loreto que me quitase un eslabón de la cadena para poder
tenerla tensa en el futuro sin necesidad de sacar más los tornillos de la tensión.
La
verdad es que estaba un poco decepcionado, en primer lugar porque la cadena que
había puesto hacía menos de 1.000 kilómetros ya estaba jodida. En su momento me
dijo mi primo, que lo suyo era cambiar además de la cadena, piñón de ataque y
corona trasera. En teoría si no lo cambias todo a la vez, la duración de la
cadena se reduce, pero en aquel momento, en el concesionario no tenían repuesto,
ni del piñón, ni de la corona, así que pensé que aunque me durase menos (la
primera cadena me había durado 25.000 kilómetros) por poco que durase la nueva,
me daba para acabar el viaje (me quedaban en ese momento unos 6.000
kilómetros). Por otro lado, más que decepcionado, estaba preocupado, pensando
que había sido afortunado en que la cadena se me hubiese salido cuando lo hizo,
pues si lo llega a hacer unos kilómetros antes, que estaba bajando una especie
de puerto con un montón de curvas, si en una de esas curvas se me bloquea la
rueda y se frena en seco, el leñazo que me habría metido, habría sido bueno.
Cadena muerta |
Lo
malo era que viendo el estado de la cadena y su deterioro era de esperar que tuviese que ir tensándola asiduamente a lo largo del viaje. No tenía la llave para la tuerca y le pregunté al camionero si Loreto era lo suficientemente grande para encontrar una ferretería donde comprar una llave similar. Me dijo que no
tenia ni idea pero que lo mejor era que me quedase con la suya y así no tendría
más problemas. Casi se me saltan las lágrimas, no sólo había parado para
ayudarme, me había prestado la herramienta para el tensado y ahora me regalaba
una llave (esas llaves valen dinero) para que no tener problemas en el futuro. Le di setecientas veces las gracias, le dije que de veras había sido
muy amable y que si bien, ahora no le podía corresponder, esperaba poder tener el mismo detalle que él
había tenido conmigo, en la próxima vida. Quitó hierro al asunto, dijo que no
era para tanto, que no me preocupase y que estaba encantado de haberme ayudado
y de regalarme la llave. Una vez más, te doy las gracias
Antonio por tu ayuda y por la llave.
Tensada
la cadena, continué hacia Loreto que estaba a una decena de kilómetros, eso sí
, con cierta psicosis de que se me fuese a salir otra vez. Cuando llegué a
Loreto, dejé los trastos en el hostal y me fui corriendo a buscar un taller
para que me quitasen es eslabón. Encontré uno y cuando le hicieron el
diagnóstico, me dijeron que la cadena que me habían vendido era una castaña.
Por el resultado que me ha dado, evidentemente lo era pero, sinceramente,
quiero creer que los del concesionario, cuando me la vendieron, lo hicieron con
la mejor intención. De hecho el mecánico me dijo que tenía una cadena china
pero que esa no me la ponía porque era realmente mala, me dijo que esta no era
como la de serie pero que estaba bien. No tengo mucha idea de mecánica (aunque
a base de leñazos estoy aprendiendo) y aunque a toro pasado es muy fácil hablar,
hubo un par de detalles que me hicieron dudar de la calidad de la cadena, pero
mi desconocimiento me hizo no dar valor a mis elucubraciones. En primer lugar
cuando me la fue a montar, tuvo que quitar un par de eslabones para ajustarla y
le costó Dios y ayuda quitarlos. Tuvo que meterle unos leñazos increíbles y en
el momento pensé: - joder, si tan buena cadena es, tendría que ir más fina y no
tener que estar luchando… Por otro lado, cuando puse la cadena y la probé, el
famoso ruido desapareció pero cuando ese día llegué a Tepic, noté que la cadena
ya sonaba algo y pensé: Vaya, no llevo 500 kilómetros y ya suena la cadena!!
Sonaba poco pero sonaba, y ahí pensé si no haber cambiado el piñón y la corona
eran tan determinantes. Me costaba creer que por no cambiarlos, la vida de la
cadena se redujese en 10 veces. El caso es que el del taller me dijo que era
una cadena castaña, me la tensó lo que pudo, me dijo que como el tensor estaba
fastidiado, no se podía quitar un eslabón así que, a base de alejar la rueda,
tensada la cadena quedó. Echando un vistazo me fijé también que ya no tenía
pastillas de freno trasero, lo había notado pero entre que estaba obsesionado
con la cadena no volví a acordarme de ello y en su momento pensé cómo se podían haber gastado en
25.000 kilómetros, si 20.000 habían sido en rectas patagónicas y tampoco freno
tanto… pues sí, debo de frenar más de lo que creo, la moto también pesa un montón
y estaban devoradas. Me dijeron que lo mejor que podía hacer era llegar hasta
San Diego y cambiarlo todo allí. Seguro que era más barato que en México y
tendrían mucha más oferta.
Antonio Calderón |
El tipo del taller, y todos los que andaban por allí,
fueron encantadores. Hablando con ellos resultó que todos montaban en moto de
campo y no sólo eso, también se dedicaban a correr una carrera todo terreno muy famosa por aquí
llamada la “Baja 500”. Dicha carrerita consiste en hacerse 500 millas campo a
través y a toda leche, cruzando todo Baja California. 500 millas son algo más de
800 kilómetros y no me quiero ni imaginar lo que debe ser hacer una carrera en
moto de enduro con ese kilometraje, debe ser agotador. Me estuvieron explicando
cómo lo hacen, la logística que llevan, lo que estaban entrenando, las motos
que llevaban, cómo era el terreno… Vamos, que me lo pasé pipa hablando de motos
un buen rato con los paisanos. A ellos quiero también agradecerles cómo me
trataron. Parece una chorrada pero cuando estás embarcado en un tema como este,
hay situaciones que son delicadas, en concreto, que se te fastidie la moto lo
es mucho, y que haya gente que te eche una mano, es realmente gratificante, y
más si lo hacen de una forma voluntaria y altruista. De veras una vez más
muchas gracias a todos los del taller RK de Lotero.
Una
vez concluido mi periplo tallerístico, volví al hostal, me adecenté un poco y
me fui a dar una vuelta por Loreto. Este sí que es un pueblo más autentico,
mucho más pequeño, pegado al mar, también lleno de norteamericanos pero está
mucho mejor, por enclave, por autenticidad, por simplicidad… que por ejemplo,
Los Cabos. Aquí si vendría yo a pasar un verano.
Y
este ha sido mi día de hoy. Cuando pensaba que ya estaba todo hecho, resulta
que no es así. La cadena está hecha unos zorros y me quedan casi 1.200
kilómetros hasta Estados Unidos. Si en más o menos esa distancia, que es lo que
llevo desde que la cambié, ya está así, tengo serias dudas de que aguante hasta
el final. Veremos cómo salgo de esta. Está visto que hasta el rabo todo es toro.
Los del taller RK |
Playa de Loreto |
Cerveza después del sofocón |
No hay comentarios:
Publicar un comentario