Es
increíble como los sucesos pueden influir tanto en tu estado de ánimo. Ayer me
acosté, bastante preocupado por el tema
de la moto. Esta mañana, cuando me levanté había recibido un par de mensajitos
al respecto y después de desayunar, y antes de ponerme en marcha, me he
dedicado a echarle un vistazo más concienzudo a la moto, a ver si encontraba el
porqué del ruido asesino. Me he puesto a quitar tornillos como loco, a tocar
en un sitio y en otro, y ponerme las manos perdidas de grasa, para no
solucionar absolutamente nada. Todo lo que he mirado aparentemente estaba bien,
he hecho todo lo que he podido, tensar aquí, apretar allí… pero el ruido seguía
ahí. Al final decidí ponerme en marcha, pero como soy un agonías, y puede que
tenga un trastorno obsesivo compulsivo, fue subirme en la moto y no dejar de
pensar en qué es lo que le podía pasar. Decidí pues continuar hasta una ciudad
cercana a Guanajuato llamada León y allí, llevar la moto a un concesionario
para que me diesen un diagnóstico.
Concesionario en León |
Después de lo visto esta mañana, yo seguía
pensando que era la cadena, pero como mis conocimientos de mecánica son los que
son, opté por buscar la opinión de un experto. Llegué al concesionario, busqué
al mecánico de turno, le echó un vistacito y coincidió conmigo en que era la
cadena, que tenía ya mucha tralla y, que necesitaba cambiarla. Al parecer tanto el piñón de ataque como la corona no estaban mal y era sólo la cadena.
Cambiando la cadena |
Afortunadamente
tenían una de repuesto, se puso el tipo a ello, yo a mirar para saberlo hacer en
el futuro, acabó de cambiarla, probamos la moto y el ruido famoso, había
desaparecido.
Fue
tal el subidón que me dio al cerciorarme de que el problema era sólo de la
cadena y que no trascendía más allá, que cuando terminé de probarla y me bajé
de la moto, corrí a darle unos abrazos al mecánico que debió de pensar que
estaba chalado. Sólo me faltó meterle el filete para demostrarle mi emoción.
Mira que los mexicanos son majetes, pero creo que no están muy acostumbrados a
la efusividad, y menos entre hombres. Estaba tan contento que a pesar de tener
más de setecientos kilómetros por delante y de que era casi la una del medio
día, me monté en la moto tan ilusionado como cuando la recogí del aeropuerto de
Buenos Aires. Tenía tal subidón, que si alguien me hubiese dicho la famosa
frase: - no hay huevos a bajarse ahora otra vez hasta Ushuaia!!!, con el calentón,
hubiese llamado al trabajo para pedir un par de mesecitos más de empleo y
sueldo.
Cierto
es que la euforia es eso, euforia y dura lo que dura. Fue salir de León y
volver a coger la autopista y aunque seguía feliz como una perdiz, cuando me
puse a pensar en lo que me quedaba por delante pensé: vaya tela, hoy no llego.
Señal mexicana, raya o ralla? |
Continué
mi camino, tomé la decisión de no obsesionarme con llegar a Mazatlán como
era mi idea, y me lo tomé con calma. Paré a ponerme la música una vez más
(tengo que decir que se me hace el camino más ameno) y me dediqué a mirar la
carretera a la vez que observaba el paisaje. En estos tres últimos días que me
he cruzado medio México, la verdad es que me he llevado una grata sorpresa.
Pensaba que era un país mucho más árido, más como sale en las películas
norteamericanas (una vez más, que mala es la sugestión) pero ni mucho menos. A
ver, no es Costa Rica pero es bastante verde, por ahora cero desértico y no
hace el calor que esperaba. Pasé además hoy por la zona dónde se produce el
tequila.
Hoy,
a parte del tema de la reparación de la moto, ha vuelto a ser un día bastante
plano, me he pasado gran parte del día en la carretera con lo que no me han
ocurrido grandes cosas. Como
curiosidad contar que cuando paré a comer, lo hice una vez más en un
restaurante dónde paran los camiones, me “recibió” un gorrilla local que por
ahí andaba pululando. No te preocupes, no le he pegado, no le he gritado…, hoy,
después de la reparación, estaba en modo paz y amor. El caso es que el tipo,
cuando paré se me acercó, y cuando vio que me cogía el casco, la bolsa que
llevo encima del depósito, los guantes…, vamos, todo lo que me pueden quitar en
un abrir y cerrar de ojos, me dijo: - no te preocupes, puedes dejarlo aquí todo
que te vigilo yo la moto. En vez de soltarle un exabrupto, me limité a decirle
que lo iba a necesitar todo cuando estuviese en el restaurante, y me fui.
Teniendo siempre la moto a la vista, me fijé como al rato, un camión paró justo
al lado. Cuando el conductor se bajó y fue hacia el restaurante, mi amigo el
gorrilla, cogió un cubo de plástico grande que tenía por ahí, abrió una
trampilla en la parte de atrás del camión y se dedicó a “coger prestadas” no sé
muy bien si naranjas, pomelos o algún tipo de fruta de la que el camión iba
cargada. No contento con llenar un cubo, cuando lo hubo llenado se fue
corriendo a la cuneta, vació el contenido y volvió al camión otra vez. Realizó
esa operación unas diez o doce veces y porque el camión era grande, pero le
birló media carga de naranjas en un santiamén. Menos mal que me dijo que la
moto estaba segura!!!
En
México, por lo que he visto, la policía, incluso los militares, tienen por
costumbre conducir lo que aquí llaman camionetas y en Estados Unidos llaman
“pick up”. Es habitual ver estas camionetas circulando por la carretera y
normalmente, van dos policías metidos en la cabina, el conductor y el copiloto,
y después, en la caja o parte de atrás de la camioneta, van dos, tres o incluso
más policías, de pie, agarrados a una especie de barras antivuelco y con el
metralletón de turno en ristre. Lo que me parece curioso es que van de pie, vayan
a la velocidad que vayan, con una actitud, medio amenazante medio alerta, para
entrar en acción de manera inminente. No sé si mi explicación es quizás un poco
farragosa. El caso es que yendo hoy por la carretera, iba a adelantar un
camión, he hecho las cosas bien, he mirado por el espejo, he visto que venía un
coche bastante lejos, intermitente, cambio de carril, adelantamiento… Iba
tranquilito, aquí los camiones corren un montón y cuesta adelantarlos, y cuando
estaba a punto de acabar, volví a mirar al espejo y vi una camioneta, tamaño “king
size”, pegada a mi culo. Me asusté un poco, corriendo me eché a la derecha y
cuando me pasó, resultó ser una camioneta de la policía. Esta vez sólo llevaba un
policía en la parte de atrás, eso sí era el policía más operativo de todo
México. De veras es curioso verlos porque su look y su actitud es, en mi
opinión, demasiado “comando”, están listos para entrar en combate en cualquier
momento y no sé, vale que este puede ser un país peligroso pero me cuesta creer
que les vayan a disparar en medio de la carretera según adelantan a un coche.
Volviendo al tema, cuando me han adelantado, el que iba detrás ha empezado a
hacerme gestos como que tenía que quitarme, que debía circular por el carril de
la derecha y que cómo había osado a adelantar al camión y con ello, haberles
entorpecido el paso. No iban ni con sirenas ni con nada, simplemente que aquí
todos los coches que he visto de la policía van mangados. El caso es que ante
sus gestos imperativos, yo he agachado la cabeza, le he hecho un gesto tímido
de despedida y he rezado para que no parasen y me leyesen la cartilla.
Al
final, siguiendo un consejo de un motorista mexicano que me encontré en el
ferry a Panamá, y que consistía en que antes de la caída de la tarde ya
estuviese metido en la guarida, eran las cinco, aún me quedaban casi 300
kilómetros por delante, así que decidí ponerme a buscar dónde quedarme a
dormir. He llegado a una ciudad llamada Tepic (jamás había oído ese nombre y la
ciudad no es pequeña) y me he puesto a mirar. En un principio no he encontrado
nada. Miento, sitios he encontrado, pero lo que aquí llaman auto hoteles.
Curioso el tema de los auto hoteles en toda Iberoamérica. Me resulta muy
chocante la existencia de tantísimos hoteles de este estilo, ya no sólo en
México, sino en todos los países que llevo recorridos. Y me choca porque igual
que hay un montón de estos hoteles, también se ven un montón de referencias
religiosas, tanto iglesias de todas las creencias, mensajes en la carretera,
pegatinas en los coches… y la población, aparentemente, es muy religiosa y hay
mucha devoción. Pero está claro que aquí aplican a rajatabla lo de “a Dios
rogando y con el mazo dando”, y “mazazos” deben de dar a diestro y siniestro, a
tenor de la cantidad de sitios de este estilo que hay. Me pregunto cómo en
España no hay más sitios así, imagino que se harán las mismas fechorías allí
que aquí, luego no me lo explico. Mira que nos creemos “avanzados” respecto a
estos de aquí, y resulta que nos dan sopas con ondas en muchas cosas. Lo mismo
sería una buena idea de negocio para montar en España, habrá que empezar a
planteárselo. Finalmente he encontrado un motel de carretera, cutre pero en el
que espero que no me encuentren los malos.
Auto hotel |
Y
poco más, contento por haber arreglado la moto y expectante a ver si mañana
consigo dilucidar si finalmente voy por un sitio o por otro. Pero bueno, eso lo
contaré mañana. Muchas gracias a Alfredo por los consejos mecánicos y a Juan
por haberme buscado los concesionarios en León.
Etapa del día |
No te sorprendas del indicativo de carretera, lo han escrito correctamente. Es raya.
ResponderEliminarEs increíble, siempre que tengo una duda con la ortografía pongo la que no es, mira que tengo un 50% de posibilidades... pues nada, siempre meto la pata. Gracias
ResponderEliminarEcharé la culpa al corrector de Google 😁
Lo verdaderamente inquietante de ese cartel es lo de "vehículos sin frenos". Me lo expliquen, por favor??????
ResponderEliminarLo inquietante son mis dudas ortográficas!!!
EliminarHola Álvaro. Bueno, lo primero decirte que nos alegramos mucho de que el problema finalmente se haya solucionado. Alfredo acertó a saber cuál era el problema...Y es que tanto la cadena como el kit de transmisión de una trail sufren más que una moto de carretera. No deja de ser una cadena, y en una moto de estas, fíjate. Eso sí, te ha durado bastante, ya que estás haciendo carretera. Me acuerdo yo en mi Transalp que no duró ni la mitad de tus km...así que fíjate. Ahora bien...lo que no se yo si hubiese sido bueno haber cambiado todo el kit, no solo la cadena. Ya se lo comentaré a Alfredo y ya te cuenta él. Por lo demás, veo que todo sigue por su camino y que arreglado ese problema, se ve todo mejor!!! Mucho ánimo y adelante. Un gran abrazo desde Valladolid.
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