martes, 17 de marzo de 2015

15 de marzo de marzo de 2015 – Copán Ruinas – Antigua Guatemala – 275km – 7h

Cuando uno se crea expectativas es muy habitual que acabe decepcionado pero cuando ocurre lo contrario… Hoy por la mañana fui a visitar las ruinas que dan nombre a Copán Ruinas. Se trata de unas ruinas mayas y por lo que me habían contado no estaban mal pero… No sé si fue una mezcla de falsas expectativas o de que se trataba de las primeras ruinas mayas que veía en mi vida, pero el caso es que me han encantado. No tengo ni idea de ruinas, menos aún de los mayas, sé que debería haber hecho los deberes y haberme hecho un master en culturas prehispánicas pero entre que soy vaguito y 
que el tiempo no me da para más, nunca lo hice. 

Copán
Anoche, para intentar calmar mis ánimos, le metí una leída a lo que la Wikipedia decía sobre Copán. Esta mañana cuando he llegado a las ruinas se me había olvidado todo, pero bueno, al menos tuve intención. Cómo ya te digo que no tengo ni idea, si quieres saber algo más de Copán, te metes en internet y seguro que te lo cuenta mucho mejor que yo.

Escultura Copán
Algo que sí he sacado de una de las explicaciones furtivas a las que me he acoplado, es que las “guaras rojas” (entre nosotros, los papagayos rojos que abundan por aquí) eran animales sagrados para los mayas y que aparecen en un montón de representaciones. Y no me extraña, porque la verdad es que en parado, el colorido que tienen es espectacular, pero volando son realmente impresionantes. De vez en cuando ves cruzar a una o más de esas guaras por medio de lo que sería la plaza principal de las ruinas y son preciosas, qué plumaje tan bonito!!!

Guaras rojas
Concluida mi visita a Copán hoy me tocaba una vez más cambio de país y acabar el día en Antigua Guatemala. Me puse en marcha, en lo que a la moto se refiere, a eso de las 11:30.


A las 12:05 llegué a la frontera hondureña, por ser domingo y además fiesta en Copán, no había nadie, sellé mi pasaporte en un tiempo récord y cuando fui a entregar el papel de la importación temporal, me dijo el guardia jurado que el de la aduana había salido a comer a las 12h y no volvía hasta las 13h. Me acordé del de la aduana y de su madre y me planteé qué es lo que iba a hacer hasta entonces. Me fijé que los edificios de las migraciones y las aduanas de ambos países estaban relativamente cerca, así que pensé en ir ganando tiempo haciendo las gestiones en Guatemala. Sellé el pasaporte otra vez en tiempo récord y después, camino de la aduana a importar la moto temporalmente una vez más. El funcionario era un tipo encantador, me hizo todos los papeles y me informó de que tenía que pagar una tasa de importación de unos 21€. Me dijo que me acercase al banco a pagarlo y luego podría continuar. De repente, caí en la cuenta de que ya tenía prácticamente hechos los papeles, eran las 12:20 y pensé:  -al carajo con la aduana Hondureña, esta vez sí que sí que me piro y que me reclamen en Madrid. Me fui creciendo y me imaginé que el funcionario cuando se enterase de que me había ido sin “fichar” seguro que se le iba a atragantar la comida. Todo esto lo pensé camino del banco pero cuando llegué supe, que por haber sido malo y haber tenido malos pensamientos, Dios me había castigado. El banco estaba cerrado, uno que estaba por allí me dijo que hasta el lunes ya no abría y entonces me acordé de todos los santos pensando que tendría que quedarme en Copán hasta el lunes, por culpa del pago de marras. A la aduana guatemalteca que me fui otra vez, le dije al funcionario que el banco estaba cerrado, él no daba crédito, decía que debería de estar abierto hasta las 13h, en eso que se levantó y se vino conmigo al banco a ver lo que pasaba. Camino del banco intenté camelármelo diciéndole que yo no me podía permitir esperar, que necesitaba llegar a Antigua ese mismo día, que mi intención era pagar al 100% pero que en vista de los sucedido, si le parecía bien, yo le daba el dinero a él, él me daba el papel, y mañana se acercaba a pagarlo. No estaba intentarlo corromperlo, pues el tipo me parecía incorruptible, simplemente estaba intentando ganar tiempo. El funcionario no parecía muy por la labor, me dijo que necesitaba un número del pago, bla, bla, bla, y ya me estaba viendo yo tirado en plena frontera todo el día por el tema del banco. El funcionario seguía mosca, no daba crédito a que estuviese cerrado, así que llamó a un par de acólitos que estaban por allí para ver qué es lo que estaba pasando. Al final averiguó que el banco había cerrado al mediodía, y que volvería a abrir a las 14h. Por chulito, por rebelde y por haber pretendido escaparme de Honduras sin hacer el trámite de la aduana, ahora me tenía que quedar, no una hora sino dos, para resolver el trámite guatemalteco. Respiré hondo, vi que dentro de lo malo era lo mejor y decidí irme a comer para hacer tiempo.

Mientras comía seguí chulito pensando que si conseguía el trámite de la aduana guatemalteca le iban a dar por saco a los hondureños. Al final, con el paso de los minutos mi corazón se fue reblandeciendo, me di cuenta que no era más que uno de mis berrinches infantiles habituales y pensé que mejor hacer las cosas bien y hacer los trámites en Honduras. Acabé de comer y para allá que me fui. Cuando llegué para entregar el papel, el agente me preguntó, en un tono no muy cordial, dónde estaba la moto. Le dije que la tenía aparcada frente a la aduana guatemalteca (estaría a menos de 100 metros de allí) de hecho la moto se veía desde dónde estábamos, me dijo que no la veía y que la trajese. Le pregunté cordialmente que ya que no había nadie, si podía venir conmigo y se la enseñaba y tajantemente me dijo que no. En ese momento me dieron ganas de mandarle al carajo y seguir con mi plan inicial de “escaparme” de Honduras sin papeles. Hacia la moto que me fui y cuando llegué, sopesé, finalmente di mi brazo a torcer y para allá que se la llevé.  He de reconocer que no dejé de meterle puyitas a mi amigo el funcionario durante el tiempo que duraron los trámites pero le dio exactamente igual.

Viva la burocracia hondureña
En el tiempo que estuve parado en la frontera tuve una revelación. A lo largo de mi visita a Honduras me había fijado que en la carretera había un montón de carteles en los que ponía “pulpería”. Me pareció curioso que en un sitio como Honduras tuviesen tanta devoción al pulpo. Lo que ya me extrañó más fue que, estando ya en el interior de Honduras, seguía habiendo un montón de carteles.  Yo no dejaba de pensar en la pasión que esta gente por el pulpo y también no dejaba de preguntarme cómo se apañaban para traer el pulpo, desde la costa hasta el interior, con las carreteras tan chungas que tienen. Quedaron ahí mis elucubraciones hasta que estando comiendo en la frontera, justo enfrente, tenía uno de esos carteles. Me fijé también que en un tablón de anuncios que tenían en la puerta, en el que anunciaban los distintos manjares que ofrecían, ninguno de ellos era pulpo. Más bien ofrecían zumos de todo tipo además de pollo frito y carne asada. Fue entonces cuando tuve la revelación y caí en la cuenta de que pulpería venia de pulpa y no de pulpo!!! Hay que ver lo ignorante que soy, madre mía!!

Pulpería hondureña
Una vez en Guatemala he de decir que me llevé una sorpresa. Mi idea de Guatemala era que se trataba de un país centroamericano chunguillo tipo El Salvador y Honduras. Me habían dicho que era seguro y bastante tranquilo pero sinceramente me llevé un sorpresón con el nivel de desarrollo, al menos aparente, que tiene. En cuanto salí de la carretera comarcal y llegué a la carretera nacional aluciné con los centros comerciales que vi, las gasolineras, los coches… hasta me crucé con varios moteros que estaban de paseo dominical!!! 



El colofón fue cuando llegué a Ciudad de Guatemala. Carreteras de tres y cuatro carriles, centros comerciales, restaurantes de comida rápida por doquier, cines en 3D… vamos, otra prueba más de la globalización imparable en la que estamos metidos.  Yo creo que lo menos globalizado que he visto hasta el día de hoy es la feria de Sevilla con todas vestidas de gitana, los coches de caballos, el albero… eso es auténtico de verdad, el resto… Siempre he pensado que si un guiri llega a Sevilla en época de feria definitivamente se vuelve a su país con el famoso: Spain is different!!!

De todas formas, a pesar del mayor o menor desarrollo que tenga Guatemala hay cosas que aún siguen siendo bastante auténticas como son la seguridad vial...



Los autobuses tuneados...



Los accidentes de tráfico...


O las furgonetas de transporte público. Todo imágenes de la más genuina Centroamérica (ya está bien de tanta globalización!!!)



Acabé mi etapa del día llegando a Antigua Guatemala. Hasta hace unos tres o cuatro años desconocía la existencia de Antigua, fue un compañero de trabajo el que por primera vez me habló de ella y cuando me dijo cómo era, etc. me quedé a cuadros. Hoy no he visto mucho, he llegado casi anocheciendo pero lo que he visto me ha encantado. A ver mañana con luz cuál es mi impresión.


Además, ha coincidido que he llegado en su pre Semana Santa y había un montón de procesiones por la calle, todo lleno de pasos, de nazarenos… vamos que sólo me ha faltado cantarle una saeta a unos de los pasos para sentirme como en casa. Lo único que me ha chocado es que los costaleros iban viendo el móvil mientras cargaban con el paso, lo que han cambiado los tiempos!!!

3 comentarios:

  1. En las pulperias creo que te venden un gran variedad de productos, no solo bebidas, algo como las antiguas tiendas españolas de ultramarinos o colmados, cuando ya no correspondían exactamente a su nombre. Tanto ahí como en cuanto entres en México te encontraras muchas PULQUERIAS, es otra cosa, ahí venden "pulque" , que es una bebida alcohólica de muchos grados, destilada de la hoja de una planta de allí.

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    1. Efectivamente, en la pulperías venden absolutamente de todo, según me dijeron se han convertido en auténticos supermercados. A ver qué es lo que pasa con las pulquerías...

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  2. Bueno, como se nota el cambio de país. ¡Qué diferencia, respecto a los dos anteriores! Efectivamente hay países, que aun estando en esa zona de centroamérica, están más ''civilizados'', aunque luego tengan esos detalles tan pintorescos como los que muestras en los videos. Ojo al dato el hombre ese sobre lo que parece una 125, de esas que aguantan mil años con los chicos encima. O a esos autobuses, tan típicos. En cuanto a lo de pulpería. Bueno, aquí en España efectivamente se refiere a un lugar donde se cocina y vende pulpo....pero claro, en otros países de habla hispana, puede referirse a otra cosa bien distinta, como bien has visto. Y así con muchos vocablos que difieren en los distintos países.Muy buena esa foto de la pulpería El Forastero, un buen nombre para ese establecimiento. Muy bonitas esas ruinas de Copán, así como esas preciosas guaras rojas. Bueno Álvaro. Desde Valladolid, mucho ánimo para seguir con esa gran aventura en moto y fuerte abrazo!!!!

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