lunes, 16 de febrero de 2015

12 de febrero de 2015 – San Pedro de Atacama – Uyuni – 530km – 11h


No ha estado mal el día de hoy, además he tenido bastante suerte y las cosas me han salido más o menos como esperaba. Hoy sí que sí y a las 8:00 estaba encima de la moto.

Salí zumbando de San Pedro de Atacama porque mi intención era ir a Calama (la ciudad grande más cercana) para intentar cambiar la rueda trasera de la moto. Al final la rueda me ha aguantado más de lo que pensaba. Metió un bajón alucinante al principio pero luego… Evidentemente si me hubiese parado la Guardia Civil me había metido una empurada de alucinar. La rueda estaba completamente cuadrada y yo, visto lo visto, hubiese aguantado un poco más, yo creo que otros 1.000 kilómetros me aguantaba pero como iba a pasar a Bolivia pensé que allí lo mismo no tenían “la tecnología” y me acababan jodiendo la llanta. 

Cómo estaba la rueda

Como digo, me presenté en Calama con la fresca y como no tiene concesionario Yamaha, busqué en internet uno de KTM que también tienen motos gordas. Allí que fui y me recibió un megapijo chileno que era el dueño del concesionario-taller y me dijo que hoy no abría porque iba a rodar un video con los de Red Bull!!! Tenía en la puerta un pick up enorme y detrás cargada una KTM como las del Dakar, chulísima. Me dijo que me lo hubiese hecho él pero que me fuese a un tipo que estaba a la vuelta de la esquina que lo hacía bastante bien o a otro sitio de ruedas que estaba a unas cuadras de allí. Corriendo que me fui al de la vuelta de la esquina y cuando llegué, además de que el taller no me dio mucha confianza (era un taller cutre de cojones), el tipo me dijo que él no desmontaba la rueda y que si quería cambiarla,  la desmontase yo. En ese momento pensé: -Tía, tía, tía… yo no desmonto la rueda ni muerta!!! Cogí la moto otra vez y al taller de ruedas que me fui. Cuando llegué, pregunté si ellos me cambiaban la rueda y me dijeron que sin problema. Apareció uno por allí, el chaval luego resultó ser majete pero cuando se acercó a la moto empezó a mirarla mucho. Empezó a traer llaves, a probar unas, otras, quitó la primera tuerca, fue por un martillo y cuando se proponía liarse a martillazos con el eje, le paré los pies un momento y le dije que esperara. Me puse yo a darle unos golpecitos suaves con un martillo de goma que tenían por ahí y salió de perlas. Le vuelvo a dejar, empieza a tirar y como no había quitado la cadena no salía la rueda ni a tiros. Gracias a Dios porque me fijé que en el otro lado había algo que quizás era “sospechoso” de quitar antes de sacar la rueda. Efectivamente se trataba del sensor de ABS que va como conectado a la rueda y que si llega a tirar como estaba tirando me lo arranca de cuajo. Madre mía dónde me había metido!!! Saqué mi caja de herramientas, quité el sensor, quité la cadena y saqué la rueda… 

Moto desmontada con estas manitas

Una vez sacada la rueda, se pone el chaval a destalonar (creo que se dice así) la rueda con una maquina. Eso me tranquilizó, pensé que por lo menos ahora haría las cosas bien. El caso es que lo que hizo con la máquina fue despegar la rueda de la llanta pero no la sacó. Para sacarla se puso a darle con unos desmontables (esa tecnología creo que también la tienen en Bolivia) Como no salía ni a tiros, trajo un destornillador y empezó a meterlo a saco entre la llanta y la cubierta. Cada rayoncito que le daba a la llanta me dolía como el primer rayón que se le da a un coche nuevo. Cuando por fin logra sacar uno de los laterales de la cubierta, vemos los dos que esta rueda lleva cámara!!! Yo sinceramente no sabía si la llevaba o no (eso demuestra mis conocimientos de mecánica) pero pensaba que las motos un poco gordas (y esta lo medio es) llevaban todas ruedas radiales. El caso es que cuando reaccioné a eso y pensé en que le había metido el destornillador hasta el corvejón cuarenta veces pensé: - al carajo la cámara, ahora se ha pinchado!!!! Saqué la cámara, le di aire, le hice la prueba del agua y parecía que no la había pinchado. Por fin sacó la cubierta por completo, hizo por poner la nueva y cuando veo que la está poniendo le pregunto: - ¿no la estás poniendo al revés? Yo juraría que la rueda es direccional. – Ah, vaya, pues sí!!! La madre que le parió!!! 

El artista
El caso es que mete uno de los laterales de la cubierta y luego intenta meter la cámara por el lado que no era (esto es difícil de explicar pero si has puesto una cámara de bicicleta alguna vez lo entenderías). El chaval hay que reconocer que ponía voluntad.  Le volví a decir que me dejara, metí la cámara con mucho mimo y mucho amor y luego le dejé que metiese la otra mitad de la cubierta. Como no lo conseguía ni a tiros a por el destornillador que fue y otra vez le dije: -anda, déjame a mi. Con los súper desmontables que tenía, un poco de cuidado y fuerza logré meter la cubierta. Luego la hinché, talonó como tenía que talonar, le pedí que le pusiese la válvula y antes de volverla a colocar, le hice pasar la prueba del agua durante cinco minutos. Parecía que a pesar de todo la rueda estaba bien así que a montarla tocaba. Le vuelvo a dejar la rueda y empieza a montarla sin los topes (no sé si se llaman así) que lleva en  los laterales del eje. Además, la pinza de freno no coincidía y leñazo va, leñazo viene para intentar meterla. Otra vez le dije: - déjame anda… Puse las cositas en su sitio, hice coincidir la pinza, pasé el eje por donde tenía que pasar, puse el sensor del ABS , tensé la cadena y apreté la ultima tuerca. Cuando acabé el proceso tenía las manos con más mierda que las del chaval. El que no quería “sacar” la rueda al final acabó haciéndolo él todo. Lo mejor de todo fue que cuando le pregunté al chaval que cuánto era, se encogió de hombros y me dijo que eso lo decía el jefe. El jefe, que estaba todo el rato pululando por ahí, se acerca y me dice que eran 15.000 pesos chilenos (22€). Me dieron ganas de decirle: -qué son, 7.500 para mi y otros 7.500 para el chaval??? De haber sabido todo esto, hubiese aguantado la rueda 60.000 kilómetros más, la hubiese cambiado en Bolivia vista la tecnología utilizada y lo hubiese hecho hasta yo en un rato libre.

Al final entre pitos y flautas me dieron las 12:00 y aún me quedaban 430 kilómetros por hacer. Saliendo de Calama algo que me llamó la atención un montón fue lo siguiente. Antes he de decir que  en Chile se estila el hacer pequeños mausoleos a aquellos que han fallecido en accidente de tráfico y es muy habitual encontrarse en los laterales de las carreteras unas capillitas pequeñas con la foto del fallecido, unas flores... Lo que aluciné fue cuando vi esto.

El mausoleo

Hoy pasaba a Bolivia y la carretera que me esperaba era de ripio. De los 430 kilómetros unos 350 resultaron ser de ripio pero he de decir que hoy he tenido mucha suerte. De los 350, malos, malos ha habido 50, el resto eran prácticamente como una carretera, he podido ir casi siempre a 80, 90 o 100, lo cual hace que la cosa sea más llevadera. También hay que decir que los 50 malos, han sido malos de verdad. Aquí no llueve ni a tiros pero cuando lo hace, lo hace de forma torrencial. Eso hace que se forme mucho barro y además la tierra esta es arcillosa y el barro arcilloso es de los peores. Hoy me he librado de darme un guantazo no sé cómo. En una de estas, he cogido barro que es como limo, muy fino, muy blando y resbala muchísimo, se me ha cruzado la rueda delantera de la moto no sé si 5, 6 o más metros, yo ya me he visto en el suelo (alguna vez haciendo enduro me he metido un guarrazo de esos) y no sé cómo, he salido vivo de esa. No iba deprisa, no iba haciendo capulladas simplemente me ha pillado. Menos mal que esa parte se ha acabado porque faltaban casi 100 kilómetros y si llegan a ser todos así me hubiese muerto.



He tenido suerte también, además por no darme un guarrazo, porque he ido esquivando la lluvia. Durante todo el camino se veían unos cielos negros de tormentón alucinantes. Pues no sé como lo he hecho que allí por donde yo pasaba estaba el cielo medio despejado y me han caído cuatro gotas. Me ha encantado además el camino. Es precioso, había volcanes nevados a los lados, un paisaje muy árido, espectacular. No es un paisaje que uno vea todos los días.

Hoy finalmente me compré un bidón de gasolina No quería pero, no las tenía todas conmigo de que pudiese hacer la distancia que había entre la última gasolinera en Chile y Uyuni sin repostar. Si no hubiese echado gasolina quizás hubiese llegado por los pelos pero, ya no quiero sufrir más, ya he tenido bastante así que, bidón al canto. Lo que me molesta es que es un trasto más y ya llevo 20.000.

Hoy dejé Chile y he entrado en Bolivia. Hasta ahora, tanto en Chile como en Argentina puedo decir que todo ha sido muy fácil. Chile y Argentina son países muy desarrollados, con sus cositas, que las tienen, pero ambos podrían ser países europeos. Evidentemente es Sudamérica pero no es lo que uno imagina cuando piensa en Sudamérica. A toro pasado creo que Chile es un país más apropiado para hacer un viaje en moto que Argentina. Evidentemente es más pequeño pero a pesar de lo largo que es, da la sensación de que está mas poblado y hace que el viaje sea más entretenido. Quizás me arrepiento de no haber pasado por el desierto de Atacama. Creo que al final se hace muy monótono y largo pero no sé, por verlo. Los chilenos en general majetes. Distintos a los argentinos, son más serios y menos exuberantes. Algo curioso de los chilenos está en su forma de hablar. En vez de decir “sí” dicen “ya” y uno constantemente se está preguntando: - ya, ¿qué? Otra cosa curiosa de su forma de hablar es que en lugar de decir “ahora” dicen “al tiro”. Todo es “al tiro”. ¿Me trae la carta? Al tiro! ¿Me dice cuanto es? Al tiro!


Creo que por hoy ya he escrito suficiente, mañana… más

La etapa del día

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