martes, 24 de febrero de 2015

23 de febrero de 2015 – Trujillo – Chiclayo – 242km – 5h

Hoy me levanté pronto pues tenía intención de visitar en Trujillo la Huaca del Sol y de la Luna antes de partir hacia Chiclayo. A las 8:30 estaba encima de la moto camino de la huaca. ¿Y qué es una huaca? Ahora mismo no tengo conexión a internet para mirarlo pero creo que es el término quechua para definir templo, sagrado o algo así. Si no es templo, míralo tú si tienes ocasión. El caso es que para allá que me fui y la visita estuvo muy interesante. Después de la visita puse rumbo a Chiclayo y vaya excursioncita, madre mía!!! Hoy tenía pocos kilómetros por delante pero han sido malignos. Si esta zona de Perú es un desierto y lo mezclas con un viento huracanado tenemos una tormenta del desierto en toda regla. Cuando he llegado al hotel estaba por completo “encroquetado” en arena.


 ¿Y te preguntarás qué he venido yo a hacer a Chiclayo? Pues eso me pregunté yo la primera vez que aparecí por aquí. No sé si fue una coincidencia o una señal divina pero antes de, si quiera, plantearme venir por aquí, jamás había oído ese nombre. 

Pocos meses antes de venir, leyendo la novela “Pantaleón y las visitadoras” oí por primera vez el nombre de Chiclayo. Era la ciudad en la que Pantaleón estaba destinado antes de ser enviado a la Amazonía peruana y en la novela lo pintaba como “la urbe” por excelencia. Cuando luego supe que iba a ir a Chiclayo, me acordé de la novela y pensé: - mira tú que bien, voy a ir al famoso Chiclayo!!! Qué vería Vargas Llosa en este pueblo por Dios!!! Si es un antro!!!! 

Me estoy enrollando, he venido a Chiclayo porque en un pueblo cercano llamado Saltur está “la otra pata” de MADES (http://www.mades.org), la ONG con la que vine a Perú hace algo más de un año y medio. ¿Y qué es lo que tiene por aquí nuestro amigo Joaquín? Pues no contento con tener el centro de acogida de niños en Bolivia, como le debió parecer poco, montó en Saltur un “ente” complicado de definir que como tengo tiempo de sobra voy a describir. Según tengo entendido, cuando Joaquín llegó por aquí, Saltur era un pueblo de mala muerte en plena zona agrícola del norte de Perú donde se dedican casi en exclusiva al cultivo de caña de azúcar. En su día montó un comedor para intentar complementar la alimentación de los niños de la zona. La situación del pueblo fue mejorando poco a poco y la necesidad de complementar la alimentación de los niños se fue sustituyendo por otras necesidades y ahora la labor de MADES consiste en intentar cambiar “un poco” la realidad de la zona. ¿Y cual es esa realidad? Pues para empezar es una sociedad tremendamente machista, donde el maltrato a las mujeres y a los hijos es el pan nuestro de cada día, dónde los abusos sexuales tanto a esposas como a hijos es también muy habitual, con un ratio de embarazos adolescentes altísimo y un grave problema de analfabetismo y falta de nivel educativo generalizado.

Cuando has ido a un colegio que está en el Viso, cuando la gran mayoría de tus compañeros de clase han hecho un curso escolar en Estados Unidos,  han estudiado una carrera universitaria, han disfrutado de una beca Erasmus, están todos colocados en consultoras asesinas y despachos de abogados malignos… cuando escuchas historias de niñas embarazadas con trece años piensas_ - a ver guapa, ¿es que no sabes jugar a los médicos teniendo cuidadito??? Pero cuando luego estás aquí y te empiezan a contar ciertas cositas… tú visión cambia un poco y te preguntas si no estarías haciendo tú exactamente lo mismo.

Como he dicho antes, si te dedicas a cortar caña desde las 4 de la mañana hasta las 2 de la tarde, cuando llegas a casa y no tienes la comida encima de la mesa, lo más normal es atizarle a la parienta como se merece, por zángana. Si además lo has visto hacer a tu padre y a tu abuelo, al padre de tu primo, de tu amigo… si no lo haces tú eres un flojo y mañana tampoco vas a tener el plato encima de la mesa. Si eres la mujer atizada, mejor cierra el pico porque si lo abres lo mismo te atizan más y como también atizaron a tu madre, a tu abuela… será que es lo habitual. Cuando has visto que tu padre abusaba de tus hermanas, coño, cómo no lo vas a hacer tú, y si encima tu madre mira para otro lado cuando tu padre lo hace porque es el que trae el dinero a casa, no será tan malo. Si además eres una chica y tienes trece años, lo normal es que te encargues de tus otros nueve hermanos pequeños, además tu padre te visita por la noche, tu madre mira para otro lado y cuando aparece el vecino que tiene tres años más que tú, tiene un trabajito con su mototaxi o como cobrador de combi (furgoneta que transporta gente de un sitio a otro) si te preñas (como hizo tu madre con trece y tu abuela con catorce) ya no tendrás que cuidar a los otros nueve sino sólo al tuyo y el que te tocará, y con suerte no te caneará, será el padre de tu niño.

Y esa realidad y algunas bastante más rocambolescas es lo que se pretende cambiar desde MADES en Saltur. Hacen cosas con los niños, con las madres, en el colegio, han montado un consultorio odontológico para la gente de aquí… ¿Y se logra algo? Pues cuando una niña en vez de embarazarse a los 13 lo hace a los 21 algo quizás se ha logrado. Si una de las madres viene a denunciar que su marido le pega y además alienta a las otras a que también lo denuncien, algo se ha logrado. Si uno de los niños consigue acabar la escuela y si encuentra patrocinador acaba yendo a la universidad para no tener que cortar caña, algo se ha hecho. Los resultados no salen en el telediario pero…

¿Y qué es lo que hice yo cuando vine aquí? Pues en mi opinión nada, porque me limité a ir por las tardes al centro a jugar con los niños bien al UNO bien al limbo o al rescate y a pegarme con ellos todos los días cuando les decía de hacer equipos mixtos. Para Joaquín dar un ejemplo diferente y con eso, según él, era suficiente.

Así pues me quito una vez más el sombrero ante Joaquín, ante Melky (la coordinadora de MADES en Perú) y ante todos lo que trabajan con MADES (http://www.mades.org) por aquí.

En el centro de MADES

 Y una vez contado qué es lo que pasa por aquí, contaré lo que me ha pasado a mi. Llegué a Chiclayo, quedé con Melky para ir a Saltur y para allá que nos fuimos. He de reconocer que ha sido un poco decepcionante pues ahora están en vacaciones escolares por aquí y el centro está poco operativo. No había un solo niño por allí así que me quedé un poco chafado. Tenía la esperanza de ver a alguno pero… Cuando volvíamos hacia la plaza del pueblo para volver a coger una “movilidad” (como dicen aquí a cualquier medio de transporte que te lleve de un sitio a otro) se corrió la voz de que estaba por aquí y por lo menos pude ver a unos poquitos de los niños con los que estuve aquí la otra vez. Menos mal porque sino me hubiese ido con mal sabor de boca.  

Con los niños de Saltur


Volviendo hacia Chiclayo coincidimos con plena hora punta chiclayana y me vino a la memoria algo que les escribí a mis padres la otra vez que estuve por aquí.  Creo que retrata muy bien el caos que es el transporte y el tráfico en Chiclayo. Lo que he escrito hoy quizás ha sido demasiado “dramático” así que ahí va esto para relajar un poco. Lo transcribo tal como lo escribí en su día:

Transportarse en Perú es toda una aventura. El transporte público tal como lo conocemos en España no existe, pero lo que es el colectivo... en ese tienen mucho que decir. La universidad de Harvard podría dedicar una cátedra a su estudio. Y esa mezcla entre transporte colectivo y gestión privada es lo que es una bomba de relojería. El negocio está en meter el mayor número de personas posibles, en el vehículo más pequeño, realizando el mayor número de trayectos y en el menor periodo de tiempo posible. Y uno se puede preguntar: ¿y es eso factible? Lo es!!!! Eso sí, el usuario tendrá que sufrir unos pequeños inconvenientes. Aunque no todo son desventajas, uno puede llegar allende los mares por un precio irrisorio (máximo 70 céntimos de €)

El abanico de transportes colectivos privados es muy amplio. Se podría empezar por el “taxi colectivo” más conocido como "colectivo". Es quizás el medio de transporte mas cómodo de todos. Su funcionamiento es el siguiente. Son vehículos de tamaño reducido donde caben 4 personas y un conductor o "chofér" (atención a la tilde). Siempre realizan el mismo itinerario, van de A a B y de B a A. Normalmente uno se sube en la parada de colectivos de A o de B, y este no sale hacia su destino hasta que el colectivo no se llene con 4 pasajeros. Una vez en marcha comienza la aventura. El que dijo que los vehículos compactos (a propósito, estos fueron inventados en Perú, ni japoneses, ni alemanes, ni coreanos... puros copiones que luego se han llevado la gloria) no tienen reprís, mienten. Un Daewo Matiz,  un Hyundai Accent o un Kia Picanto (coches por excelencia en estas latitudes) tienen más reprís que cualquier coche del mercado. Y el reprís se demuestra acelerando lo máximo posible hasta llegar al siguiente badén, bache, cruce o lo que sea. Aquí, aunque tengas que frenar en los próximos 5 metros, si no aceleras a todo lo que da el coche, eres un puto "perdedor", incluso hasta te podrá adelantar el colectivo que viene por detrás y puede que pierdas un puesto en el atasco. Al igual que son los coches con más reprís del mercado son también los coches con mejores frenos del planeta. Frenan más que un F1 y además sus frenos no se calientan nunca. No deben hacerlo pues a pesar de los 700 millones de frenazos que dan al día, jamás se comen al de delante y mira que se lijan unos a otros.

Otro de los grandes secretos mejor guardados del Perú es que tienen los mejores equipos de sonido para coches de la tierra. Cuando uno se sube en un colectivo, acto seguido es víctima de la selección musical del chofér (ojo con la tilde). Cuantos más potente sea la radio más "cholo" es el colectivo. Los temas van desde Juan Gabriel, una tal Marisol (no la de la vida es una tómbola) hasta los "Cóndores desplumados" que no dejan de taladrarte lo tímpanos con su música andina de zampoñas y rascador. También hay que sufrir baladas pasteleras cuya letra es digna de escuchar. Si uno no tiene suficiente con los decibelios que de por sí emiten los altavoces, puede encontrarse con dos situaciones, una, que el resto de pasajeros canten las letras de las canciones desgañitándose, deleitando así al chofér por su exquisita selección o bien que cada uno lleve a su vez su propia radio y compitan con la del chofér para ver cual suena mejor y tiene los mejores temas. En el Amnesia o el Ushuaia de Ibiza escuchan la música en "mute" a lado de estos.

Una vez que te han perforado los tímpanos, después toca hacerse la manicura, sí la manicura. Uno tiene que recuperar las uñas que se ha dejado en el salpicadero o bien en los asientos después de cada trayecto.  Además de las famosas aceleraciones a la velocidad de la luz para luego frenar y sufrir desaceleraciones de 12 "G's" hay que sobreponerse a los infinitos "cuidado!!!, cuidado!!!!" que uno piensa o incluso grita a cada maniobra que hace el chofér.

El manual de conducir que se estudian los peruanos tiene una página y en esa página hay un sólo concepto que tienen que aprender: tú mete el morro que el otro ya parará! En la contraportada del manual hay otro concepto básico que también se tienen que aprender que es: tú toca el claxon que algo queda. Así pues la circulación por aquí es a base de "metidas de morro" y “tocadas de pito”. El que tiene los huevos más gordos y mete el morro pasa, el que no, espera. Las señales, los semáforos, las líneas continuas son pura formalidad. En un carril de un coche caben tres y si me apuras... las líneas continuas...ja!!!  los adelantamientos triples son el pan nuestro de cada día con especialidad de adelantamiento por la derecha y si es con cuasi atropello de peatones mejor. Las luces, los intermitentes están pero su uso es decorativo. Sí, sí, decorativo. Si puedes llevar los intermitentes con luces de neón y las luces de cruce de colores para que el coche sea más pintón, mejor. Si eso lo acompañas de unos incesantes toquecitos suaves de claxon como aviso a navegantes de que aquí estoy yo, pues mejor. Aquí se toca el claxon para todo. Son toques leves pero molestos. Tocan para anunciar que van a meter el morro, tocan para quejarse de que lo has metido, tocan para indicar que van a girar y también lo tocan para indicar que van a parar. Lo tocan también para decir que van vacíos y te puedes subir como también lo tocan para decir que van llenos. Lo tocan cuando se cruzan contigo por si quizás ese toque de claxon tan agradable despierta tu "apetito" por subirte, aunque acaben de ver que te has bajado del colectivo o taxi justo delante, quizás con ese toque de claxon pretenden recordarte que te has dejado 15 metros sin recorrer y que ellos quizás, te pueden llevar. Si además la mitad de los claxon en vez de tener el sonido clásico que debería tener un claxon, tienen un sonido tuneado, unos con el sonido de "Kit el coche fantástico", otros la melodía de la lambada, y otros el "ojalá que llueva café en el campo", uno en vez de estar caminando por la calle cree que está en la feria y en breve van a anunciar el "qué bonito, que alboroto, otro perrito piloto".

Si uno no ha tenido suficiente con la música, la conducción y los desesperantes cláxones, puede aún deleitarse con el interior de los colectivos. El término "kitsch" fue acuñado en el Perú. Las combinaciones de tapicerías de sky más rocambolescas que nadie pueda imaginarse están aquí. Si a eso le añadimos una extensa variedad de tapetitos y forros de salpicadero así como diversos adornos colgados del espejo retrovisor que dejan ver una visión del parabrisas de no más del 10%, ya tenemos el kit completo. Para finalizar poniéndole la guinda podemos añadir una capa de mierda perenne que venía de serie en el coche y que uno se pregunta si alguna vez ese coche fue nuevo o el acabado de fábrica era así. Ni aunque toda la población de la tierra pasase por dichos vehículos sufrirían un desgaste como el que tienen estos, es imposible. No hay ventanilla que se salve, pomo que funcione, luna que no esté rota, asiento que no esté rajado... piensa en alguna parte del coche y seguro que está más erosionado que el cañón del Colorado.

Todo lo anterior aplica también a las famosas "combis". Se tratan de furgonetillas cuyo secreto es albergar el mayor número de pasajeros posibles. La "plantilla" de dichas combis cuenta con dos miembros, el conductor (Fernando Alonso es un matao a lado de cualquiera de ellos) y el cobrador, persona que con un tono de voz taladrante y perennemente descolgado de la furgonetilla no para de repetir una y otra vez el destino final al que se dirigen. Cuando digo taladrante es taladrante. Puede decir en un minuto 73 veces "Saltur, Saltur, Saltur" o bien "Chiclayo, Chiclayo, Chiclayo" con un tono de frutero-pescadero para matarlo. Además de berrear non-stop se dedica a abrir una y otra vez la puerta corredera de la furgonetilla para que suba y baje la gente. Cuando tú crees que ya no cabe nadie, te sorprendes del mega espacio libre que aún queda. Tú ya tienes el hombro de tú vecino clavado en el hígado, tus rodillas detrás de las orejas y aún el hijo puta abre la puerta para meter a una abuela con su nieto y dos fardos que no los carga ni el burrito de Platero y yo. Pues aunque parezca mentira... caben. Otro de los misterios es la multiplicación que hacen como los panes y los peces de la gasolina. Siempre, y cuando digo siempre es siempre, van en reserva. Siempre!!!! Y cada viaje paran una o incluso dos veces en una gasolinera (aquí llamados "grifos") para repostar. Uno espera que llenen el tanque o que al menos echen la mitad... pues no, echan de decilitro en decilitro para no matar de un infarto a la aguja que indica el combustible no vaya a ser que de darle un subidón haya que sacar el desfibrilador. No entiendo, de veras no entiendo como consiguen hacer los kilómetros que hacen en esa reserva permanente que siempre llevan y con su conducción tan poco eficiente a base de acelerones y frenazos. Un misterio.

Por hoy creo que está bien. Una vez más y no me canso de decírtelo… Muchas gracias Joaquín por haberme dado la oportunidad de haber vivido una experiencia como esta.


PS. El número de cuenta de MADES: 2100-3901-92-0200049111

1 comentario:

  1. Jajaja! Totalmente cierta tu descripción sobre Perú, su conducción, su inventos chulos digo "cholos" y no me queda a mi otra razón para justificar lo de estar echando combustible constantemente en todos estos países(en Brasil lo recuerdo igual), en vez de llenar el tanque de una vez, que la de en caso de accidente bien previsible aunque improbable como bien sabes que evitan al milímetro, pues que no haya mayores daños ni sustos puesto que son zonas muy áridas y secas normalmente y porque no tienen un parque de bomberos cada 3 calles con camiones cisterna que salten atascos descomunales como esos...
    Por aquí ya se habla de las rotondas turbo jajaja, imagínate allí por donde se las pasan...ya las conocerás cuando vengas y te pongas al día que de momento estàs allí muy bien sin escuchar más de lo mismo y cabrearte.

    Le voy a dar también las gracias a tu amigo Joaquín, además de por su gran labor que seguramente anime a muchos después de leerte, por esa sonrisa sincera y bonita que tienes en esa foto (en la apenas se distingue tu ceño de enfurruñado o de me esta cegando este sol), haciendo algo tan simple y tan grande a la vez como es "volver" y cumplir lo prometido para alegrar esas caritas que tienes al lado y que no se olvidaron. Tan duro y tan tierno Alvarito...te seguimos!! Ya "sólo" te queda la mitad...ánimo!!

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