miércoles, 25 de febrero de 2015

24 de febrero de 2015 – Chiclayo – Máncora – 412km – 5h

Mi intención era salir con la fresca para llegar lo antes posible a Mancora. En mi línea de este viaje, no sé cómo lo hice pero hasta las 9:00 no estuve encima de la moto. Con el mapa de Barbie viajera que me compré de Perú esperaba que el camino fuese pegado a la costa pero al final fue un camino bastante aburrido y hasta llegar prácticamente a Mancora no vi el mar, fue todo un secarral. 

Cualquiera entra en ese pueblo!!!
Para llegar a Mancora hay que pasar antes por una ciudad llamada Piura. No tiene nada de especial pero mientras circulaba por la ciudad me he dado cuenta que me estoy mimetizando con el terreno. Igual que los primeros días en Perú estaba “asustado” con los coches, furgonetas, motocarros, camiones... porque aparecían por todos los lados, no respetaban nada y sólo con pitar tenían manga ancha para hacer lo que quisiesen, me he dado cuenta de que el dicho “si no puedes con tu enemigo, únete a él” lo he hecho mío. Ya meto el morro como el que más, aviso de mi presencia con los pitiditos pertinentes, ocupo los huecos imposibles no vaya a ser que se me cuele alguien y estoy empezando (esto me está costando más) a hacer adelantamientos en doble línea continua con el coche de la policía mirando. Es eso o morir. Mañana cruzo a Ecuador así que a ver cómo se las gastan por allí, como sea igual la cosa, seré un “local” más, como sean más comedidos a ver cómo me reciclo. 



La verdad es que este país sería el paraíso terrenal para el típico agente de tráfico (municipal, guardia civil o agente de movilidad que últimamente están poniéndose muy chulitos…) que le encante multar. El número de infracciones que se cometen aquí todos los días es increíble. Igual que en España cuando te paran y por ponerte un poco chulito te cascan una multa por haber incumplido el artículo 32.7 del reglamento de la circulación (o sea, cambiar de carril y no haberlo avisado con 3 segundos de antelación más tres fogonazos del intermitente… gravísimo!!!) aquí el agente de marras necesitaría una libreta para cada tipo que parase. Podría empezar por el estado de los vehículos. Salvo los nuevos, nuevos, la gran mayoría o no tiene luces, o intermitentes, o luces de freno, o espejos o las ruedas son slicks de fórmula 1, el cinturón no lo lleva ni Dios, los coches superan con creces el aforo recomendado.



Es una lástima no tener una cámara o algo que pudiese retratar las cosas que veo. La cámara de video que llevo en el casco “aleja” demasiado las cosas y luego no se ven bien las cosas que he visto y me han llamado la atención. Si luego continuamos con las infracciones, las cometen todas de la A a la Z. Adelantamientos en línea continua, cambios de carril extremos de un lado a otro con tal de pillar a un posible cliente o no pasarse la salida, saltadas de semáforos, de stops… Me acuerdo en un montón de ocasiones que cuando fui a recoger la caja en la que luego metí la moto para mandarla hasta aquí, que estuve acojonado todo el camino de vuelta a mi casa por si me pillaba la policía. La caja sobresalía un poco fuera del remolque y al parecer si tienes un remolque para motos no puedes llevar más que motos, si llevas algo distinto, receta al canto. Aquí he visto llevar cosas inverosímiles. El otro día vi a uno que llevaba unos tubos larguísimos de PVC que los debió de meter por la ventanilla trasera del conductor y los sacó por la ventanilla delantera del acompañante. Aun así sobresalían varios metros por delante y por detrás. ¿E iba el conductor preocupado? Cero, súper cero. Hace un rato acabo de ver un motocarro llevando ferralla, parte montada en el carro, parte sobresaliendo por delante y gran parte arrastrando por detrás. Y aquí nadie ha dicho nada!!! Viva la seguridad vial!!!

Mi día en Mancora ha sido un poco decepcionante. Mi intención era llegar pronto para pasar un día de playa pero el día ha amanecido nublado y ha seguido nublado hasta el final. Al parecer Mancora es un destino de playa con cierto renombre en Perú. Además es famoso por el tema del surf y las cometas. Ya que iba a pasar por aquí había pensado que quizás podía cometear un poco o bien mejorar mi técnica surfística (bastante básica, todo hay que decir) Aquí cuando hay olas no hay viento y cuando hay viento no hay olas. Pues hoy ni una cosa ni otra. Había una calma chicha de alucinar y el mar estaba plato y eso que en teoría es la época de viento!!! Por no poder no he podido ni ponerme tizón para luego dar envidia en la oficina. Estaba el día gris, gris y no apetecía ni meterse en el agua. Al menos me he bañado, ya que estoy aquí…

Hoy, como el tiempo… un dia gris. A ver mañana qué pasa.


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