Mi intención era salir con la fresca para llegar lo antes posible a
Mancora. En mi línea de este viaje, no sé cómo lo hice pero hasta las 9:00 no
estuve encima de la moto. Con el mapa de Barbie viajera que me compré de Perú esperaba que el camino fuese pegado a la costa pero al final fue un camino bastante aburrido y hasta llegar prácticamente a Mancora no vi el mar, fue todo un secarral.
Cualquiera entra en ese pueblo!!! |
Para llegar a Mancora
hay que pasar antes por una ciudad llamada Piura. No tiene nada de especial pero
mientras circulaba por la ciudad me he dado cuenta que me estoy mimetizando con
el terreno. Igual que los primeros días en Perú estaba “asustado” con los
coches, furgonetas, motocarros, camiones... porque aparecían por todos los
lados, no respetaban nada y sólo con pitar tenían manga ancha para hacer lo que
quisiesen, me he dado cuenta de que el dicho “si no puedes con tu enemigo,
únete a él” lo he hecho mío. Ya meto el morro como el que más, aviso de mi
presencia con los pitiditos pertinentes, ocupo los huecos imposibles no vaya a
ser que se me cuele alguien y estoy empezando (esto me está costando más) a
hacer adelantamientos en doble línea continua con el coche de la policía
mirando. Es eso o morir. Mañana cruzo a Ecuador así que a ver cómo se las gastan
por allí, como sea igual la cosa, seré un “local” más, como sean más comedidos a
ver cómo me reciclo.
La
verdad es que este país sería el paraíso terrenal para el típico agente de
tráfico (municipal, guardia civil o agente de movilidad que últimamente están
poniéndose muy chulitos…) que le encante multar. El número de infracciones que
se cometen aquí todos los días es increíble. Igual que en España cuando te
paran y por ponerte un poco chulito te cascan una multa por haber incumplido el
artículo 32.7 del reglamento de la circulación (o sea, cambiar de carril y no
haberlo avisado con 3 segundos de antelación más tres fogonazos del
intermitente… gravísimo!!!) aquí el agente de marras necesitaría una libreta
para cada tipo que parase. Podría empezar por el estado de los vehículos. Salvo
los nuevos, nuevos, la gran mayoría o no tiene luces, o intermitentes, o luces
de freno, o espejos o las ruedas son slicks de fórmula 1, el cinturón no lo
lleva ni Dios, los coches superan con creces el aforo recomendado.
Es una
lástima no tener una cámara o algo que pudiese retratar las cosas que veo. La
cámara de video que llevo en el casco “aleja” demasiado las cosas y luego no se
ven bien las cosas que he visto y me han llamado la atención. Si luego
continuamos con las infracciones, las cometen todas de la A a la Z.
Adelantamientos en línea continua, cambios de carril extremos de un lado a otro
con tal de pillar a un posible cliente o no pasarse la salida, saltadas de
semáforos, de stops… Me acuerdo en un montón de ocasiones que cuando fui a
recoger la caja en la que luego metí la moto para mandarla hasta aquí, que estuve
acojonado todo el camino de vuelta a mi casa por si me pillaba la policía. La
caja sobresalía un poco fuera del remolque y al parecer si tienes un remolque
para motos no puedes llevar más que motos, si llevas algo distinto, receta al canto. Aquí he visto llevar cosas inverosímiles. El otro día
vi a uno que llevaba unos tubos larguísimos de PVC que los debió de meter por
la ventanilla trasera del conductor y los sacó por la ventanilla
delantera del acompañante. Aun así sobresalían varios metros por delante y por
detrás. ¿E iba el conductor preocupado? Cero, súper cero. Hace un rato acabo de
ver un motocarro llevando ferralla, parte montada en el carro, parte
sobresaliendo por delante y gran parte arrastrando por detrás. Y aquí nadie ha
dicho nada!!! Viva la seguridad vial!!!
Mi
día en Mancora ha sido un poco decepcionante. Mi intención era llegar pronto
para pasar un día de playa pero el día ha amanecido nublado y ha seguido
nublado hasta el final. Al parecer Mancora es un destino de playa con cierto
renombre en Perú. Además es famoso por el tema del surf y las cometas. Ya que
iba a pasar por aquí había pensado que quizás podía cometear un poco o bien
mejorar mi técnica surfística (bastante básica, todo hay que decir) Aquí cuando
hay olas no hay viento y cuando hay viento no hay olas. Pues hoy ni una cosa ni
otra. Había una calma chicha de alucinar y el mar estaba plato y eso que en
teoría es la época de viento!!! Por no poder no he podido ni ponerme tizón para
luego dar envidia en la oficina. Estaba el día gris, gris y no apetecía ni
meterse en el agua. Al menos me he bañado, ya que estoy aquí…
Hoy,
como el tiempo… un dia gris. A ver mañana qué pasa.
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