martes, 10 de febrero de 2015

7 de febrero de 2015 Viña del Mar – Vicuña – 530km – 6h

El día de hoy se puede dividir en dos partes. La primera la que he pasado en Viña del Mar haciendo gestiones y la segunda, la que he pasado encima de la moto y posterior.

A las 10:00 de la mañana tenía que estar en la puerta del concesionario para llevar la moto a pasar la revisión. Además, tenía que quitar la rueda para llevarla a cambiar a un taller que estaba como unos cinco locales calle abajo. La primera parte la cumplí, la segunda… Resulta que el taller de ruedas que abre absolutamente todos los sábados del año, este, estaba cerrado. Nadie de alrededor me supo dar una explicación así que a ver cómo cambiaba yo la rueda y dónde. Como estoy haciendo ejercicios espirituales para no contrariarme cuando las cosas no me salen como espero me dije: - es una señal, no tienes que cambiar aún la rueda así que… ya la cambiarás. Y así he hecho, he cargado la rueda como si fuese un poco de equipaje más y he tirado para adelante. Pero antes de eso tuve que resolver otro asunto. Esa misma mañana, cuando fui a coger la moto para llevarla a la revisión, me di cuenta de que la llave para abrir las maletas estaba partida. No me había fijado hasta entonces pero lo estaba. Y ¿dónde estaba el trozo de llave que faltaba? Pues dentro de la cerradura de una de las maletas. ¿Y de cual? De la maleta en la que llevo las herramientas. Otra vez, en lugar de encabronarme me dije: - es una señal, te toca hacer bricolaje. Me hice con unas pinzas y después de siete millones de intentos, de mil uys y de cuatrocientos me cago en la p… por fin logré sacar el trozo de llave de la maleta. Siendo previsor me había traído una copia tanto de la llave de la moto como de las maletas y como no quería quedarme con sólo una, a hacer una copia que me fui mientras me pasaban la revisión a la moto. Entre que eres extranjero y que la llave son de esas rimbombantes tipo las de coche que tienen el plástico negro por donde se cogen, los hacedores de llaves también conocidos como cerrajeros me querían meter una timada de alucinar. Que si la llave era especial, que si tenía chip… Finalmente después de recorrer unos cuantos (fui al paseo de la fama de los cerrajeros) di con uno razonable que me dijo: - eso es un llave normal, ahora mismo te hago una copia. Dicho y hecho, no hice una si no dos y problema apañado. Terminé pues las gestiones en Viña del Mar y me puse en camino.

Haciéndome la llave


El trayecto hasta Vicuña que era mi destino final no tuvo ni pena ni gloria. Fueron casi 500 kilómetros por autopista y salvo cientos de peajes que hay que pagar y los millones de puestos de vendedores que hay a lo largo de la ruta, nada que reseñar.



Parte del camino estuvo bien porque se hacía pegado al mar pero tampoco fue mucho tiempo.

Parte chilena de la Panamericana

Algo con lo que he alucinado ha sido con la velocidad que llevan aquí los camiones. Está claro que aquí tacógrafos pocos. hoy he adelantado a un camión que debía de ir a 120km/h por lo menos, alucinante!!!


Fue mi llegada a Vicuña cuando empezó lo movidito del día. Me presenté allí a las 20:30, uno poco justo para el plan que tenía en mente pero entre la revisión, la rueda, la llave… no pude salir antes. De todas formas tenía tiempo de sobra pues lo que pretendía hacer, que era ir a visitar el observatorio astronómico de Mamalluca que está en Vicuña, empezaba a las 21:00 y mi hotel estaba supuestamente en frente de dónde empezaba el tour.


Curioso cartel
Cuando llegué a mi hotel reservado por Booking me encuentro con la sorpresa de que mi reserva no vale pues según ellos hacía ya una semana que no trabajaban con ellos y además el hotel estaba lleno. Primer encabrone pero reaccioné y dije: - a buscar otro, rápido!!! Pregunté dónde podía ir y me dijeron dos. Fui corriendo a ambos y en los dos lo mismo, no tenían sitio. Entre visita y visita (pues estaban a lo largo de la calle) me pasé por la oficina del observatorio para decir que quería hacer la visita. He de decir que leí en  internet que para visitar había que reservar bien escribiendo un email, cosa que hice, o bien llamando por teléfono, cosa que también hice (sin éxito esta segunda pues nunca contestaron) Cuando llegué a la oficina me dijeron que el cupo estaba lleno y que tenía que haber mandado un email o llamado por teléfono. Esta vez ni saqué un billete ni puse ojitos de gatito de Shrek, esta vez me puse a dar gritos (algo poco habitual en mi, una persona calmada y pausada) porque ya me habían tocado las pelotas, primero los del hotel y ahora estos. Cómo me debieron de ver que la de la taquilla me dijo que no me preocupase que me encontraba un hueco seguro. Lo único que tenía que hacer era sacar la entrada. Había una cola enorme, el tour salía a las 21:00, eran las 20:45, yo no tenía hotel, el tour duraba hasta las 0:00 y pensé que ponerme a buscar hotel a esas horas sería un suicidio. Cogí pues a un paisano, le di la pasta para que sacase la entrada y le dije que ahora volvía que iba a buscar hotel. Me recorrí en 10 minutos los 45 hoteles, hostales, B&B de la zona y nada de nada, no había manera, todo lleno. Volví a la oficina del observatorio y me dije: - ya buscaré. Para ir al observatorio había unas furgonetillas (está a unos 7km del pueblo) pero pregunté si podía ir en la moto para luego poderme pirar antes y no tener que esperar y me dijeron que sí. Salió la comitiva y camino del observatorio, mientras seguía a las furgonetillas me dio tiempo a parar en dos hostales más, en el primero me dijeron que no y en el segundo, me dijeron que justo había una habitación para mi. Le dije a la señora que me la quedaba, que estaba siguiendo a la comitiva pero que volvería y que la habitación era mía. Me subí corriendo a la moto y zumbando para engancharme con el grupo.

Solucionado el tema del alojamiento (ya me estaba viendo pernoctando en la gasolinera como mi amigo Morgan… eso sí, con wifi toda la noche) al observatorio que me fui. El grupo era de unas 40 personas, la gran mayoría chilenos de vacaciones y una decena de extranjeros. Cuando llegamos nos dividieron en tres grupos y a mi, no sé por qué, me toco en el grupo infantil. ¿Qué significa eso? Pues en el grupo de padres con niños. Había otro grupo “en inglés” (madre mía si lo llego a saber) y otro que era una especie de visita de grupo concertado. Como introducción, nos pusieron un par de videos bastante espectaculares aunque no fui capaz de oír el texto entre gritos de niños, lloros, exclamaciones cada vez que salía un planeta o una explosión. Después de los videos nos llevaron a cada grupo a uno de los telescopios de los tres que tenían en el observatorio. La actividad consistía en que el guía daba una pequeña explicación, luego con un puntero láser señalaba una estrella o grupo de estrellas y luego uno por uno (las mujeres y los niños primero) veíamos lo que había indicado en el telescopio. Eso era a priori, a posteriori fue lo siguiente. La guía dio un par de pautas de lo que se debía de hacer, en primer lugar no tocar la lente por la que se miraba, pues era muy delicada y la segunda, no apoyarse en el telescopio pues eso hace que si está apuntando a una estrella y lo mueves la pierdes de vista.  Pues ¿qué hizo el primero de los niños que fue a mirar por el telescopio? Poner el dedazo en la lente diciendo: - ¿tengo que mirar por aquí? El grito de noooooo! de la guía fue inútil, el dedazo ya estaba puesto así que el resto de la visita tuvimos que ver Tauro, Géminis y la Vía Láctea con el dedazo del chaval en la lente lo cual hacía que no se viese un carajo. Si sólo hubiese sido eso… El chavalín de marras se pasó tocando el telescopio toda la sesión con lo cual era literalmente imposible ver nada pues si en un principio estaba apuntando a una estrella con los meneos del chaval acababas viendo un agujero negro. Todo esto con la infinita paciencia de la guía, que no se cansó de decirle al niño: - no toques, no lo muevas… cuatrocientas veces y también con la pachorrita de los padres que no le dijeron ni pío en toda la velada. A pesar de que ver, ver, no vi un carajo, la verdad es que la visita estuvo bastante bien, vi unas cuantas estrellas, me explicó unas cuantas cosas muy interesantes y el sitio era privilegiado para ver un montón de estrellas.



Y este ha sido mi día de hoy. A ver qué pasa mañana.

Etapa del día

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