Hay
días que son insulsos y este ha sido uno de ellos. Hoy que “celebro” que hace
un mes que estoy de viaje, que llevo ya 15.157 kilómetros a la espalada… no ha
pasado nada de nada. Salí pronto de Lima pues tenía una tiradita hasta llegar a
Trujillo. El centro de Lima estaba desierto, comparado con lo que había visto
los días anteriores parecía una ciudad fantasma.
Me las prometía yo muy felices
pero no sé cómo me he comido un atascón de salida alucinante. He tardado 1h en
hacer 30 kilómetros. ¿Pero dónde iban todos a las 9 de la mañana? No me quiero
imaginar cómo tiene que ser la hora punta en “la” autopista de Lima. Los
atascos de la M-40 son el Balneario de Battle Creek al lado de esto.
Hay
algo que me sorprende un montón y es que según he leído hay 30 millones de
peruanos y Perú es tres veces más o menos la superficie de España. Evidentemente
Lima tiene un montón de habitantes pero lo curioso es que tengo la sensación de
que dónde hay población, en las ciudades, en los pueblos… a los peruanos les
encanta aglomerarse. Pasas por un pueblo perdido de la mano de Dios y la calle
principal del pueblo está rebosante de gente, pasas por un mercadillo chungo y hay
millones de personas juntas, llegas a Trujllo y en la plaza de armas no cabe un
alfiler Parece un país del sudeste asiático dónde siempre hay un montón de
gente por todos los sitios. Lo que me cuesta entender es por qué ocurre eso. En
teoría deberían estar “más separados”.
Hoy
me ha vuelto a parar la policía. Era la primera vez que lo hacían en Perú. La
verdad es que no entiendo porqué me han parado. Me han pedido el carnet y la
documentación de la moto y otra vez les he vuelto a dar los papeles “de palo”.
Les han encantado y no han notado la diferencia así que yo tan contento. Cuando
me iba a devolver la documentación ha empezado a echarme un sermón no sé muy
bien porqué de que no tenía que correr, que no adelantase, que fuese tranquilo
y justo cuando me lo estaba diciendo, venía una moto de frente que ha
adelantado a un camión en doble línea continua, en la que resultaba que venían
montados tres “locals”, todos sin casco y enchufados para ser una motillo de
poco más de 50cc. Cuando ha acabado el sermón, que ha coincidido cuando pasaban
a nuestra altura los tres colegas, le he dicho: - a mandar agente, la próxima
vez se lo repite a estos que parece que no se han enterado. Me ha devuelto la
documentación y con cara de póker me ha dejado seguir.
El paisaje de hoy ha estado curioso. De Lima a aquí es un desierto, un verdadero secarral. Hay veces que pasas literalmente por medio de un desierto con dunas gigantes a los lados y verdaderas tormentas de arena. Cuando se pasa cerca del océano el paisaje es impresionante.
Lo único es que no sé si es la época del año o es que siempre es así pero en el ambiente hay siempre una especie de neblina o de nube de polvo o de no sé qué que hace que el sol no luzca con claridad y un poco desmerece el paisaje. Qué aridez!!!
Sigo
alucinando con la forma que tienen de conducir por aquí. Hacen unas burradas
alucinantes. Adelantamientos imposibles, cambios de carril radicales, cruzadas
de vía escandalosas… Lo que no entiendo es cómo no hay más accidentes. De vez
en cuando he visto alguno pero para las burradas que hacen pocas cosas pasan.
Siento
de veras no poder contarte nada más pero es que cuando no hay, no hay.
Álvaro, ya vemos que todo marcha sobre ruedas. Ya sabes que siempre hay que ir con mil ojos en la carretera, y más en una moto. Siempre precaución y vista. En cuanto a los policías...ya sabes, siempre cuecen habas en todos sitios...y allí ya sabes que con los locales, pues venga, vista gorda y adelante. Demasiado poco pasa....y porque Dios no quiere. Ya sabes que seguimos desde aquí tu gran aventura en moto. Un gran abrazo desde Valladolid!!!!
ResponderEliminarDe veras pasan pocas cosas para las pirulas que hacen!!! han caído de pie
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